22 de marzo de 2009

Enzo Francescoli, "El Príncipe"


Nació en noviembre del 61 en Montevideo (Uruguay). A los 14 años, luego de probar (sin suerte) en los clubes Peñarol y River Plate de Uruguay, fue fichado por el Wanderers, donde debutó en marzo de 1980, y casi dos años después cruzó el Río de la Plata para recalar en River Plate, donde comenzaría otra historia.


Tras ganar el Campeonato Sudamericano Juvenil de 1981, los dirigentes "millonarios", bucando un reemplazo para Norberto Alonso, lo contrataron (no sin días y días de negociciones), y a los 21 años de edad debutó contra Ferrocarril Oeste, de la primera división del fútbol argentino, convirtiendo su primer gol de penalti.

En las temporadas 1984 y 1986, Francescoli explotó y, bajo las órdenes del técnico Héctor Veira, se coronó campeón y máximo goleador del Campeonato Argentino por dos veces. En reconocimiento a su gran rendimiento, ganó el Balón de Oro al mejor jugador del campeonato argentino. Y en 1986, participó en el Mundial de México del 86 con la selección uruguaya.
Una vez pasado el Mundial, se incorporó al Racing Matra de París, donde jugó tres años, consiguiendo en 1988 el premio al mejor jugador extranjero en la Liga Francesa. Un año antes de recibir tal distinción, se consagró con Urugua gracias a la victoria en la Copa América de 1987.
En 1989 pasó al Olympique de Marsella, equipo con el que ganó el la liga francesa (uno de sus admiradores mientras era jugador del Olympique era Zinedine Zidane, quien luego llamaría Enzo a uno de sus hijos). Coincidió con la maravillosa terna de jugadores de la época del Olympique de Marsella que más tarde sería campeona de Europa en el 93, como Boli, Papin, Waddle...

Después del Mundial de 1990, a los 28 años de edad, cumplió uno de sus mayores deseos, jugar en la Liga Italiana, vistiendo el uniforme del Cagliari. Bajo su liderazgo no sólo se salvó del descenso, sino que en la temporada siguiente clasificó para la Copa de la Uefa. Estuvo hasta 1993, cuando fue cedido al Torino. Un año después comenzó la segunda parte de su historia, al regresar al club que tanto lo idolatró: el River Plate de Argentina.

Ese año participó en la Copa América de Uruguay del 95, consiguiendo proclamarse campeón al vencer a Brasil 2-1 en la final. Era su tercera Copa América con el equipo nacional, tras las de 1983 y 1987.

En tanto, con River Plate ganó la Copa Libertadores de América y el Torneo Apertura en 1996. Un año después, siguió la senda de éxitos consiguiendo los campeonatos Clausura y Apertura, mientras que en 1997 ganó los torneos Clausura, Apertura y la Supercopa.

En agosto de 1999, tras perder en 1996 con River la final de la Copa Intercontinental contra la Juventus de Italia 1-0 y no poder clasificarse con Uruguay para el Mundial de Francia 98, Francescoli se retiró del fútbol activo en un partido homenaje organizado en el estadio Monumental de River.

Así dijo adiós el delantero uruguayo de tronco largo, Un guapo del área que, sin ser arrebatador, supo convertirse en conductor y goleador de equipos no tan conocidos. Querido por la afición y respetado por sus compañeros, Francescoli fue el máximo goleador extranjero en la historia de River Plate y el tercer máximo goleador extranjero en la historia del fútbol argentino.

Con la selección uruguaya jugó 73 partidos y marcó 17 goles convirtiendo en total en los distintos equipos que jugó 198 tantos, obteniendo ocho títulos con River Plate, uno con el Olympique de Marsella y cuatro con la selección de Uruguay.

Su capacidad de definción (jugaba de segundo punta), la espectacularidad en el remate tanto de piee como de cabeza y un espléndido regate fueron sus principales cualidades, que le valieron para ser el único uruguayo en el FIFA 100

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